Accidentes e infartos saturan servicios de urgencias

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La Federación Internacional de Medicina de Emergencia (IFEM, por sus siglas en inglés) y la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia (SMME) hacen un llamado al restablecimiento de la atención de urgencias en todo el mundo. Ambas organizaciones médicas consideran que es esencial recuperar el control de los servicios de urgencias de los hospitales y garantizar que no se pierdan más vidas mientras los pacientes esperan a ser tratados. Todos los sistemas de salud y gobiernos deben tomar medidas para remediar la situación actual, afirman.

El hacinamiento y la saturación de las salas de emergencias ocurre cuando hay un incremento y desequilibrio en la demanda de pacientes, la capacidad de la sala para trabajar eficientemente y / o la disponibilidad de camas dentro del hospital para aquellos pacientes que requieren ingreso hospitalario.

La investigación ha demostrado que la saturación de los servicios de urgencias de los hospitales perjudica a los pacientes y puede provocar la pérdida de vidas, como lo demuestra un estudio publicado en 2022 por el Emergency Medicine Journal que establece que los pacientes que esperaron en urgencias más de 6 a 8 horas desde su llegada tienen un 8% más riesgo de morir. La palabra hacinamiento describe una situación donde hay demasiados pacientes para el espacio disponible. Los titulares de noticias diarias en todo el mundo atestiguan el daño a los pacientes y el estrés que ocasiona al personal de salud este problema creciente y mortal.

La Dra. Ffion Davies, presidenta de IFEM, dice que “cuando los servicios de urgencias están saturados y son caóticos, se generan retrasos en el tratamiento de los pacientes y errores debido a una carga de trabajo imposible. Esto resulta en estrés y agotamiento para los profesionales de la salud que se esfuerzan todos los días para proporcionar el mejor nivel de atención posible. Si el personal se va, la situación se deteriora aún más”.

El doctor Daniel Sánchez Arreola, presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia, afirma que “ante el incremento de enfermedades respiratorias en temporada decembrina, los médicos de emergencias hacemos un llamado para hacer buen uso de los servicios de urgencias de los hospitales y evitar la saturación”. También hay que tomar en cuenta que, durante las fiestas de fin de año en general, los accidentes que llegan a salas de urgencias aumentan 30% y las muertes por enfermedades cardiacas se disparan un 8% con respecto a noviembre. De hecho, la mortalidad cardiaca es mayor en Navidad y Año Nuevo que en cualquier otra época y las fiestas pueden ser consideradas un factor de riesgo de muerte según investigaciones de la la Asociación Americana del Corazón de los Estados Unidos. iii

Si bien estos problemas estaban presentes en los sistemas de salud de todo el mundo antes de la pandemia de COVID-19, la situación de las salas de urgencias ha sido un fenómeno constante y creciente los últimos tres años. De los 41 países miembros de IFEM encuestados en noviembre de 2022, el 100% informó de hacinamiento en sus salas de urgencias. IFEM y SMME pide que los sistemas de salud garanticen suficiente espacio, salas de urgencias mejor equipadas y hospitales con procedimientos más resolutivos para que el personal pueda realizar mejor su trabajo y para que los pacientes tengan algo de privacidad y dignidad.

Los problemas más frustrantes para los profesionales de la medicina de urgencias generalmente son causados por situaciones que están fuera de su control y fuera del servicio de urgencias. Para que estos servicios funcionen de manera eficiente, la limitada capacidad de personal dentro de los hospitales no debería afectar la parte más valiosa del sistema que se ocupa en enfermedades y lesiones urgentes.

La Dra. Davies agregó: “Las salas de urgencias del hospital podrían funcionar como un aeropuerto. Los patrones de llegada suelen ser predecibles, se conoce el tiempo necesario para evaluar y tratar a los pacientes, se puede planificar el personal y el equipo requerido. Si ocurre algo que provoque una congestión, el objetivo debe ser tener la situación bajo control y segura. ¿Por qué, entonces, se consideran aceptables las escenas caóticas en urgencias todos los días?”.

La causa más común de hacinamiento es cuando el servicio de urgencias se llena de pacientes que no pueden ser dados de alta porque requieren ingreso hospitalario y la oferta de camas es insuficiente, la sala de urgencias se satura. La falta de disponibilidad de camas dentro del hospital puede deberse a una variedad de factores, incluida la falta de personal y recursos suficientes. Sin una gestión cuidadosa de los datos y una planificación para proteger la sala, el resultado final puede ser catastrófico como cadena de consecuencias. Los pacientes recién enfermos o heridos sufren largos tiempos de espera para que llegue una ambulancia, porque las ambulancias ocupadas se mantienen esperando fuera del servicio de urgencias, incapaces de transferir a sus pacientes.

La IFEM y la SMME hace un llamado a todos los gobiernos y a las autoridades de salud de nuestro país para que implementen políticas locales y nacionales que aborden esta problemática y sus causas que ayuden a proteger a las salas de emergencia y a los pacientes de los riesgos a los que están expuestos actualmente.

Los servicios de urgencias, sus pacientes y su personal deben ser reconocidos y apoyados como componentes integrales y vitales de un sistema de salud que funcione correctamente y que garantice que todos los pacientes de todo el mundo tengan acceso a una atención de emergencia segura cuando y donde la necesiten.

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